Puerros asados con ajo y vino

En invierno, apetecen platos calentitos, con un buen sabor y que no resulten muy pesados. Los potajes y cocidos resultan muy sabrosos, pero suelen ser pesados. Por eso, es buena idea optar por unos puerros saludables y ligeros, o por una crema de puerros con la thermomix.

Los puerros son muy aromáticos, como la cebolla o el apio, por eso resultan una guarnición muy adecuada para carnes y pescados. Pero también pueden ser un magnifico plato principal.

Puerros asados con ajo y vino

Lo bueno de estos puerros es que son muy flexibles. Si no tienes algún de los ingredientes, se pueden sustituir por otros sin problema.

Es fundamental cocerlos lentamente para sacar todo su sabor deliciosamente dulce. Además, si eres vegano, puedes omitir la mantequilla y utilizar aceite de oliva.

Ingredientes para 4 personas:

Procedimiento

Corta los extremos verdes de los puerros para dejar únicamente la parte blanca (y un poco de la verde) que es la que vamos a utilizar. Corta también el bulbo con las raíces. Desecha las dos primeras capas de los puerros dejando la carne blanca más tierna. Lava bien los puerros para eliminar cualquier resto de tierra y córtalos en rebanadas de 1 centímetro de grosor.

Prepara una fuente para el horno lo suficientemente grande como para que quepan todos los puerros.

Por otro lado, coloca una sartén a fuego medio y derrite la mantequilla. Cuando esté derretida, añade los dientes de ajo y la parte verde del puerro para que se sofrían hasta que se ablanden, pero sin que se doren. Hazlo a temperatura baja para que todos los sabores se integren.

Agrega los trozos blancos del puerro y mézclalo todo. Sazónalo con sal y pimienta a tu gusto y vuelve a mezclarlo de nuevo. Vierte el contenido de la sartén en la fuente para horno, exprime el limón encima y vierte el caldo y el vino.

Cubre la fuente con papel de aluminio e introdúcelo en el horno ya precalentado a 170º C durante 35 minutos o hasta que el puerro esté tierno y sabroso. Tienes que ver que la mantequilla se emulsione con el caldo (o lo que es lo mismo, que se unan y no estén cada uno por su lado) para crear una salsa ligeramente brillante.

Saca los puerros del horno y cómelos directamente, o añádelos a un plato de pasta o como guarnición de un plato de carne.